A quién no le apetece comerse un bollito así para desayunar?, tierno, esponjoso y suave da sabor. A los niños les encanta y a los no tan niños también, que a mí me vuelven loca y por aquí es el pan que más se usa en desayunos, tanto con mermelada , que ahora estoy de superproducción de mermelada de ciruelas del campo, o con salado, mantequilla o aceitito y si puede ser acompañado de jamón, de fábula vamos.
Hay miles, si miles de recetas de molletes, la mayoría con manteca blanca, pero esta me convenció más porque usa aceite de oliva, es del libro "el aprendiz de panadero". Cada vez me está gustando más hacer pan, es una sensación extraña la que me proporciona, es como si me hiciera autosuficiente, como si amasando y cocinando mi pan pase lo que pase no faltará comida en casa, esa sensación no te la da ninguna de las otras cosas que cocinas.
Cosas a tener en cuenta a la hora de hacer pan, toda receta que venga con levadura fresca se puede sustituir perfectamente por levadura seca dividiendo los gramos por 3, a ver si me explico, yo prefiero la masa madre pero a veces es necesario la levadura, como no suelo tener la fresca siempre tengo sobrecitos de levadura seca, así que por ejemplo esta receta que lleva 10 grs de levadura fresca, divido para pasar a la seca por 3, le puse tan solo 3 gramos y va estupendo . Esta receta es con harina de fuerza porque para masas enriquecidas, como esta que lleva leche y aceite, es necesario la harina de fuerza. Los tiempos de levados no se pueden acelerar, si atrasar, decimos que al hacer pan nos lleva mucho tiempo, no es así del todo, nos lleva mucho tiempo las horas de reposo y levado pero entre preparar y amasar sumándolos no son más de media hora, lo demás lo hace el pan solo. En verano con el calorcito todos los tiempos se aceleran y crece mucho nuestra masa pero hay que darle su tiempo, cuanto más tiempo esté levando mejor miga nos hará, en verano podemos dejarlo levar en la nevera para que lo haga más lento. Algo muy importante, las masas de pan no se rectifican con harina, al revés se rectifican con los líquidos así que los dejamos para el final y los vamos añadiendo a pocos, las harinas no son todas iguales y cada una tiene un punto diferente. La masa no se corta a pellizcos estirandola, se corta con una rasqueta, cuesta menos de 1 euro o con un cuchillo afilado. otro detalle es que el azúcar ayuda a la levadura a crecer rápido, es su comida rápida preferida y la sal mata la levadura, así que la ponemos casi al final.
Seguro que me olvido de un montón de pequeñitos detalles pero ya irán saliendo poco a poco, para esta receta creo que está bien, con la harina de fuerza que es muy agradecida no sale mal nada. Los molletes aguantan muy bien la congelación, me salieron 14, así que si lo hacemos tendremos para una semana de desayunos, no está nada mal.
Por cierto para el arranque esta receta tiene un prefermento, así que mejor la levadura estará en plena efervescencia.
Ingredientes:
Prefermento:
- 100.grs de harina de fuerza
- 100 grs de agua.
- 10 grs de levadura fresca o 3 grs de levadura seca.
- 1/2 cucharadita de azúcar.
Masa:
- 550 grs de harina de fuerza.
- 150 grs de agua.
- 150 grs de leche.
- 50 grs de aceite de oliva.
- 1 cucharadita de miel.
- 2 cucharaditas de sal.
Mezclamos bien todos los ingredientes del prefermento, será muy liquido y pegajoso porque está hidratado al 100% pero ahora solo mezclamos no amasamos, nos podemos ayudar de una espátula de silicona, tapamos y dejamos reposar. El tiempo dependerá de la temperatura, ahora en verano duplicará su volumen rápido pero al menos lo dejaremos una hora, más que fijarnos en el volumen mejor miramos las burbujas de la masa, tiene que tener el aspecto de una masa viva, llena de pequeñas burbujas. La masa siempre tapada, sino se resecaría y a resguardo, a la masa del pan no le gusta las corrientes de aire.
Después de tener el prefermento listo, en este mismo bol le añadimos primero la harina, la leche, el aceite, la cucharadita de miel, y ahora el agua poco a poco, a veces no admite toda y por último la sal, amasamos, yo este amasado lo hago en el bol, sin sacar la masa para no tener que añadir más harina. Ahora con la mano engraso un poco la masa con aceite y tapo con film. Este tiempo de levado que vamos a hacer es crucial para la calidad de la miga, así que sin prisas, yo tuve que salir así que lo metí en la nevera y estuvo 3 horas, el frío ralentiza todo el proceso, pero si estáis en casa en una hora o poco más estará listo.
Ahora enharinamos ligeramente, esto es importante solo un poco la encimera, echamos nuestra masa encima y golpeamos la masa para desgasificarla, ,si no lo hiciéramos al abrir el pan tendría grandes vacíos en la miga. Y ahora no amasamos tan solo hacemos un cilindro y con una rasqueta o cuchillo vamos cortando círculos del tamaño que más nos guste, pero regulares. En la bandeja del horno ponemos papel de hornear y vamos poniendo las piezas ya con su forma, hay que darle espacio entre ellas porque volverán a subir. Enharinamos ligeramente la superficie. Tapamos con otro papel de hornear y los dejamos otra hora de reposo en el horno apagado. Volverán a aumentar de volumen.
Precalentamos el horno a 200 grados al menos 15 minutos, tiene que estár bien de temperatura y horneamos 15 minutos o hasta que estén suavemente dorados, nada de tostados.
Sacamos la bandeja del horno, cubrimos con un paño hasta que enfríen, los cortamos y al congelador.
Uffff siento el rollo que os he largado, ha sido más largo de lo que creía pero he querido centrarme en detallitos que aunque suenen a simples son imprescindibles para que el pan salga bien. Merece la pena hacerlos.
Si habéis llegado hasta aquí merecéis el premio a la paciencia, vamos que ni el Santo Job se lo hubiera leído.
Muchísimas gracias por vuestra paciencia, animaros a hacer pan y contarmelo por favor. Un beso muy grande. Cuidaros.
Publicado con Blogsy
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